El síndrome genitourinario de la menopausia es una patología que suele aparecer en mujeres entre los 45 y 55 años. Se debe al brusco descenso de estrógenos por el cese de la menstruación una vez llega el fin de la vida fértil.
El descenso estrogénico en las mujeres sucede de forma fisiológica; es decir, es una etapa natural en la vida de las mujeres. Sin embargo, no todas las mujeres sufren los signos y síntomas del síndrome genitourinario.
Algunos de los signos que aparecen son:
- Falta de lubricación vaginal
- Atrofia en vagina, vulva, uretra y vejiga
- Alteraciones de la flora y mucosa vaginal
- Alcalinización del pH vaginal
La sintomatología que sufren las mujeres con esta patología empeora en gran medida su calidad de vida teniendo un impacto negativo tanto a nivel genitourinario como sexual. Los síntomas característicos que padecen son:
- Incontinencia urinaria, fecal o de gases
- Dispareunia superficial y/o profunda
- Prolapsos de órganos pélvicos
- Debilidad de suelo pélvico
- Mayor recurrencia de infecciones de vejiga, uretra y/o vaginales
La alimentación de una mujer embarazada no dista mucho del resto de la población general, al fin y al cabo, es importante llevar una alimentación saludable en todas las etapas de nuestra vida. Pero si que hay ciertos aspectos a tener en cuenta:
– Suplementación como ácido fólico, yodo o vitamina B12 (estas dos últimas en casos concretos)
– Nutrientes importantes y en qué alimentos los encontramos: como hierro, magnesio, calcio,
– Alimentos que NO se pueden tomar: pescados o carnes crudas, alcohol, lácteos sin pasteurizar, algas, infusiones…
– Seguridad e higiene alimentaria – Pautas necesarias en situaciones concretas: diabetes gestacional, preeclampsia…
En todos los casos, se debe combinar el tratamiento ginecológico con fisioterapia de suelo pélvico. Desde la fisioterapia utilizamos técnicas de tratamiento como:
- Biofeedback electromiográfico
- Terapia Indiba
- Electroestimulación
- Vibración
- Terapia manual intracavitaria
- Ejercicios activos de suelo pélvico