Ya pasaron las Fallas, llega la Primavera con todo lo que conlleva: cambio horario, más horas de actividad con luz solar y más horas activos a lo largo del día.
Con aumento de temperaturas y exposición solar que tanto estábamos deseando, junto con el polen y aumento de procesos alérgicos.
También es muy habitual comenzar la operación bikini ya, o esperar a después de Semana Santa.
Todos estos factores desregularizan procesos de nuestro organismo de manera suficiente como para que se resienta y aparezca el cansancio, fatiga o incluso la irritabilidad.
El domingo y el lunes, cuando nuestro cuerpo despierte a la misma hora de siempre, percibirá que pasa algo, aunque sea la misma hora en el reloj, no será la misma hora solar, sufriremos un pequeño jet-lag que aparte de en los ciclos circadianos y en la secreción de melatonina, influyen en la secreción hormonal, en hábitos alimentarios, en la temperatura corporal, digestión, hidratación y demás funciones importantes de nuestro organismo.
Los síntomas asociados a estos cambios horarios y de estación tienen mucha variabilidad individual, desde leves a notar fatiga, cansancio general, somnolencia durante el día, dificultad para conciliar el sueño, falta de concentración, irritabilidad, menor rendimiento físico e intelectual, falta de apetito o hambre en horarios poco comunes. Además puede afectar a nuestro sistema nervioso, sensibilidad al dolor, apetito, saciedad, tendencia al picoteo y digestibilidad de los alimentos.
Hemos observado que durante esta época aumenta considerablemente el número de lesiones musculares, como la típica pedrada del gemelo; aunque no nos demos cuenta, al llegar a las 8 de la tarde a nuestra partida de pádel o actividad física habitual, habremos estado más horas de las que estábamos unas semanas antes activos, con más cansancio, deshidratación y exposición solar/sudoración, estos factores favorecen las lesiones musculares, es conveniente que nos fijemos unas pautas de hidratación, y a ser posible durante las primeras semanas sería mejor practicar la actividad por la mañana hasta que nuestro cuerpo se adapte, o disponer de una correcta bebida isotónica durante la misma. Es buen momento para llevar una Dieta Saludable sin olvidarnos de beber agua, de las frutas, verduras y hortalizas diarias, de lo contrario sería aconsejable tomar un complejo vitamínico adecuado.
Las personas más susceptibles de notar estos cambios son las que padecen ciertas patologías (alergias, depresión, migrañas, epilepsia, deterioro cognitivo,…) también bebés lactantes y personas mayores. No es un buen momento para hacer cambios en la medicación de este tipo de pacientes.
Nuestros ritmos circadianos necesitan unos tres días para regularse con normalidad, aún así vamos a enumerar unos consejos para minimizar los efectos sobre la salud por estos cambios y que nos afecte lo menos posible el cambio al horario de verano:
-MODIFICA TU HORARIO DE COMIDAS.
Adaptar a nuestro aparato digestivo a estos cambios, adelantando paulatinamente los horarios de las comidas para ir acostumbrándolo. Acostarse con el estómago sin sensación de hambre ni pesadez, evitando beber alcohol al menos 2 horas antes de ir a dormir.
-ANTICIPARNOS AL CAMBIO HORARIO.
Los 3-4 días previos es conveniente ir levantándonos y acostándonos 10-15 minutos antes cada día para ir acostumbrando al organismo.
-EJERCICIO Y ACTIVIDAD MODERADAS.
No dejes de hacer ejercicio, pero mejor de manera moderada y por las mañanas, sin olvidar una correcta hidratación. Durante el fin de semana del cambio horario no realizar esfuerzos fuera de lo habitual.
-EVITA LOS ESTIMULANTES.
Café, Té, colas, alcohol, …sobre todo a partir de mediodía.
-DISPOSITIVOS ELECTRÓNICOS.
Moderar o eliminar las exposiciones directas a luces intensas,antes de ir a dormir, televisión, consolas, móvil, ordenador, tablet, ya que inhiben la melatonina.
-SIESTA.
No tomar la siesta los primeros días tras el cambio horario.
-HIDRATACIÓN Y DIETA SALUDABLE.
Aunque cambiemos solo una hora en el reloj, nuestras horas de actividad física con luz solar aumentan mucho más, exigiendo una mayor hidratación y micronutrientes presentes en alimentos reales, es una buena ocasión para fijarnos este objetivo nutricional diario, 3 raciones de frutas y dos de verduras/hortalizas.
-NO AUTOMEDICARSE.
No automedicarnos por nuestra cuenta, en dos o tres días recuperaremos la normalidad, de lo contrario podemos tardar más o causar daños mayores.
Autor: Juan Villuendas de nuestro equipo de nutrición.