Mucho se habla del embarazo, del cuidado de la madre y el bebé durante los 9 meses, pero en el momento en que nace el bebé, parece que la madre pasa a un segundo plano.
El postparto es un reto para la salud física y mental de la madre, donde aparece el agotamiento, muchas emociones, y la sensación de sólo tener tiempo para el bebé.
Esto conlleva a que la alimentación se descuide un poco, y puede ayudarnos a la recuperación tanto física como mental del cuerpo de la madre, y si hay lactancia materna, a darle los mejores nutrientes al bebé.
Algunos nutrientes son muy importantes para recuperar el cuerpo, regenerar tejidos y ayudar a la cicatrización, si es necesario.
Vitaminas E y C La vitamina C y la E ayudan a la formación de colágeno para recuperar los tejidos de la barriga y del suelo pélvico. Las encontramos, respectivamente en cítricos, kiwi, fresas, pimiento rojo, tomate, o en aceite de oliva virgen extra, nueces, aguacate, verduras de hoja verde.
Vitamina A. Sus requerimientos se ven aumentados sobre todo si hay lactancia materna. La encontramos en zanahoria, boniato rojo, calabaza, mango, huevos, carnes y pescados.
Un buen aporte proteico, tanto animal (carnes, pescados, huevos) y vegetal (legumbres, frutos secos) para ayudar a recuperar los tejidos.
Minerales: Sobre todo el hierro por una posible anemia tras la pérdida de sangre del parto y del post parto, y el calcio para que la madre no tenga pérdidas del calcio de sus huesos durante la lactancia. Yodo: Imprescindible para el funcionamiento de la glándula tiroides materna y del bebé. Es importante usar sal yodada.
Grasas saludables como Omega 3, que encontramos en pescados azules, nueces, lino o su aceite. Se ha visto relación entre un buen consumo de omega 3 ayuda a reducir la depresión post parto.
Antioxidantes de las frutas y verduras de colores, como los flavonoides que encontramos en arándanos, frambuesas, uva, moras, cerezas….
Buena hidratación: un buen aporte de agua ayuda a tener la piel hidratada y que pueda volver todo a su sitio, además durante la lactancia materna los requerimientos de líquidos están aumentados.
Evitar los ultra procesados y azúcares añadidos, que no aportan muchos nutrientes interesantes para esta etapa.
No olvides que aunque tengas a cargo un bebé recién nacido, es importante que te cuides y busca ayuda en tu pareja o familia para no descuidar tu alimentación.
Y junto con la alimentación, no podemos olvidar el ejercicio físico adaptado y la recuperación de suelo pélvico con la fisioterapia.
Si necesitas ayuda, no dudes en escribirnos para acompañarte en todo este gran reto de la maternidad.
Autora: Cristina Claver del equipo de nutrición de Clínicas Sospedra